"Si suelto el control, todo se cae": Por qué tu perfeccionismo es la causa real de tu ansiedad
Share
¿Sentís que tenés que estar en todo? ¿Que si te relajás un segundo, las cosas van a salir mal?
Es esa voz interna que te dice: "Hacelo vos, nadie lo va a hacer mejor", o "Tengo que anticiparme a todos los problemas". Vivís con la agenda llena, la mente en el futuro y una tensión constante en los hombros.
Creés que eso es ser responsable o eficiente. Pero tengo una mala noticia: eso no es eficiencia, es miedo.
La Trampa del Control
El control nos da una falsa sensación de seguridad. Creemos que si sostenemos todos los hilos, evitaremos el dolor, el error o la incertidumbre. Pero la vida, por definición, es impredecible.
Cuanto más intentás controlarlo todo, más frágil te volvés, porque cualquier imprevisto (un tráfico lento, una mala contestación, un plan que cambia) te desmorona.
El Ejercicio de los 3 Minutos: "Lo que no depende de mí"
En el Capítulo 5 de mi guía "Ya No Puedo Más", enseño a diferenciar entre ocuparse y preocuparse. Hacé este ejercicio rápido ahora mismo:
Tomá una hoja (o tu celular) y dibujá dos columnas:
- Lo que SÍ controlo: Mis palabras, mi respiración, mi reacción, mi esfuerzo.
- Lo que NO controlo: Lo que piensan los demás, el clima, el tráfico, el pasado, el futuro.
Elegí una cosa de la columna "NO controlo" que te esté quitando el sueño hoy. Respirá hondo y decite: "Esto no depende de mí, y aun así estoy a salvo".
Soltar no es rendirse. Es dejar de gastar energía en empujar paredes que no se van a mover.
¿Querés aprender a confiar y soltar la carga mental?
Dejar el control da miedo al principio. Por eso necesitás un método.
El Pack "Ya No Puedo Más" está diseñado para acompañarte en ese proceso. No solo vas a entender por qué te cuesta soltar, sino que vas a tener herramientas físicas (en el Kit de Emergencia) para calmar la ansiedad que surge cuando las cosas no salen como planeaste.
La paz empieza cuando aceptás que no tenés que sostener el mundo vos solo.